Hoy la cibercultura hace parte de la vida de muchas personas, en ese sentido las tecnologías se anclan cada día de manera más fuerte en los distintos ámbitos de la cultura, la educación, la politica y más a la sociedad.
La cibercultura se convierte en una forma de entretenimiento contemporaneo ya que propone nuevas formas de encuentro, Virtual, pues se encuentra vinculada en los diferentes espacios en los que el ser humano se desarrolla, donde todo lo que nos rodea parece virtualizado.
"La Virtualización alcanza incluso a las formas de estar juntos, la formación del -nosotros-: comunidades virtuales, empresas virtuales, democracia virtual, etc." (Pierre Levy ) (3).
También es una forma de entretenimiento por que a través del tiempo y del incremento en las nuevas y avanzadas tecnologías se ha convertido en un sujeto más de consumo, una práctica que yace en la vida de las personas y en la ocupación de un espacio que le hace falta algo más, tal vez sea placer, adrenalina, accidentalidad o libertad, o quizás porque para el ser humano pueda ser una herramienta para desligarse por un momento de su realidad, un modo de encuentro con el otro, un espacio que abre puertas al desarrollo personal, al intercambio de ideas o saberes que se hace cada vez más coléctivo.
Esta cibercultura que circula en el marketing deseosa de que la gente la involucre dentro de su diario vivir también es reproductora de constantes transformaciones visibles (e invisibles) en la sociedad, domesticadora y "puerta" de solución a los problemas de las personas. Es una forma de vínculo entre el espacio-tiempo.
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